Día Internacional de la Mujer Trabajadora
Cada 8 de marzo, las calles argentinas se llenan de marchas y carteles en alto. Algunas llegan desde sus trabajos, otras con sus hijes. Están las estudiantes con glitter en la cara, las que gritan hasta quedarse sin voz, las que sostienen la foto de una hermana que les fue arrebatada. Este año, el ajuste golpea con más fuerza: salarios de hambre, despidos, violencia recrudecida, recortes en políticas de género y diversidad. La marea avanza y en ese oleaje hay una certeza: este día no es celebración, es reclamo. No quieren flores ni discursos, quieren justicia. Quieren continuar la lucha de las mujeres que antecedieron estos pasos.