Carlota Garrido de la Peña es reconocida como la primera periodista mujer santafesina por haber fundado el diario El Pensamiento. Muchos de sus logros no tenían precedentes femeninos en su época, por lo que es, inevitablemente, uno de los primeros símbolos del feminismo en nuestro país.
“Garrido encarna un momento bisagra en el pasaje de un modo ser escritora más vinculado a la sensibilidad del siglo XX a otro más moderno que se identifica con poetas como Alfonsina Storni y Salvadora Medina Onrubia. Si bien fue contemporánea de estas últimas, tanto sus escritos como el modo que tiene de presentarse a su público la acercan a sus antecesoras”, observa María Vicens, investigadora de Conicet, doctora por la Universidad de Buenos Aires y autora del libro Escritoras de entresiglos: un mapa trasatlántico (2020).
“En la Argentina de fines del siglo XIX, las mujeres con aspiraciones literarias usaron la prensa para dar a conocer sus escritos y trazar un imaginario transnacional de hermandad femenina a partir del cual se reconocían mutuamente como escritoras. Garrido de la Peña participó activamente de ese imaginario que fue perdiendo fuerza para reinventarse en una clave más moderna después del centenario”, comenta Vicens.
Carlota, una pionera en Santa Fe
Carlota Garrido de la Peña nació en Mendoza, pero en su niñez se mudó a Coronda, Santa Fe. Estudió para ser maestra y trabajó en la Escuela Normal de Maestros Rurales de su localidad. Tiempo después, se casó con Ángel de la Peña, con quien tuvo 4 hijos, aunque enviudó cuando tenía 26 años. ”Su carrera se inicia cuando muere su marido y sus hijos, ya crecidos, comienzan a tener más independencia”, asegura Vicens.
Viuda y con la docencia como su única profesión, la escritura y el periodismo representaron para Carlota no sólo un reconocimiento intelectual y artístico, sino un negocio: “En su libro ‘Mis recuerdos’ relata en detalle cómo hizo ella, una maestra viuda y sin contactos, para poder fundar sus propios periódicos y editar sus libros. Esa mirada comercial que tiene respecto de su obra es atípica para la época (estaba mal visto que las mujeres en general y las escritoras en particular hablaran de dinero) y muestra en mi opinión una figuración de escritora emergente más plebeya y vinculada con la incipiente cultura de masas”, cuenta María Vicens.
“Recién en las primeras décadas del siglo XX empieza a configurarse un incipiente mercado de bienes culturales en la Argentina, asociado a unas pocas ciudades (Buenos Aires, Rosario). En este sentido, el mundo periodístico era símbolo de modernidad”, dice María Vicens.
El 15 de junio de 1895 fundó la primera publicación dirigida por una mujer en Santa Fe, El Pensamiento, definida como un “Semanario de lectura amena, costumbres, asuntos religiosos y sociales, crónicas de salón y de modas, bibliografías, etc.”, que existió hasta la primera década del 1900. En esa revista colaboraron escritoras como las peruanas Clorinda Matto de Turner, Carolina Freyre de Jaime, y Margarita Praxedes Muñoz; la chilena Fiora Donoso Gioz y la uruguaya Lola Larrosa de Ansaldo, además de las santafesinas Macedonia Amavet, Mercedes Pujato Crespo y Ángela Geneyro.

En 1902, junto a Carolina Freyre, fundaron La Revista Argentina, que existió hasta 1905. “El proyecto funcionó muy bien y tuvo muchas suscripciones en Santa Fe y en otras provincias, si bien prácticamente no existen registros actuales de la publicación”, cuenta María Vicens.
Como periodista, Carlota solía escribir artículos políticos para importantes diarios del país, como Los Principios de Córdoba, La Nueva Época de Santa Fe, El Cívico de Salta, La Acción y La Capital de Rosario, además de otros medios como la Revista del Consejo Nacional de Mujeres, Revista de Derecho, Historia y Letras de Buenos Aires, entre otros.
A pesar de ser una mujer transgresora para los roles estipulados en ese entonces, Carlota se consideraba fuertemente conservadora y católica, además de ser opositora al movimiento sufragista femenino del que fue contemporánea.
Aunque los nombres femeninos estaban presentes en las publicaciones, eran pocas las que realmente llegaban a las redacciones: “Las mujeres tenían un lugar protagónico en sus páginas, aunque su presencia real en los medios sigue siendo excepcional. Hay muchas firmas femeninas en la prensa, pero consagrarse como periodista y, más aún, profesionalizarse, hoy continúa siendo una meta casi imposible”, continúa María.
“Corazón Argentino”, la adaptación que consagra el éxito

En el año 1913, Carlota Garrido publicó su primer libro, Corazón Argentino, adaptación local del libro homónimo del italiano Edmundo D’Amicis y best seller en el mundo de la literatura escolar hasta entrado el siglo XX. “Fue el hito inicial de su carrera, editado con sus ahorros de maestra, y los consejos educativos de varias provincias adoptaron la obra como libro de lectura. El éxito de la idea de adaptar el best seller global de D’Amicis en sede local, sin embargo, no se extendió en el tiempo porque fue rápidamente copiada por otros editores con más capacidad de producción, como ella misma relata indignada en sus memorias”, comenta María Vicens.
Años después, en 1917, abandonó definitivamente la docencia para dedicarse a la escritura. Además, trabajó para Semana Gráfica, una revista semanal que se publicó entre 1922 y 1924 y dónde escribió junto a personalidades como Gabriela Mistral o Alfonsina Storni, en la sección “Temas femeninos: entre nosotras”.
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Sin embargo, María Vicens, al igual que muchos de sus lectores, la consideran una feminista temprana: “Garrido de la Peña sin duda era feminista; así lo sostenía en sus escritos y en sus actividades políticas,
muchos de ellos dedicados a defender el derecho de las mujeres al trabajo, a la educación, a la patria potestad de su hijos, a su independencia económica. Creo que aquí el error es pensar al movimiento feminista en un sentido únivoco cuando en realidad, históricamente se ha alimentado y se alimenta del debate, de la multiplicidad de voces y posiciones políticas. No existe un único feminismo, sino un imaginario que se trama a partir de diversas coordenadas en una época”.
Carlota Garrido de la Peña falleció el 19 de julio de 1958 en Coronda. El diario El Litoral publicó en esa fecha: “Se apaga con ella una noble existencia, una maestra de vocación y una escritora de fina sensibilidad, que supo captar, en su tiempo, todo lo bello y humano para volcarlo en sus obras”.
Diario El Litoral, 19 de julio de 1958