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Un Gobierno violento: Del discurso de odio a la acción

Tiempo de lectura: 6 minutos

En la madrugada del lunes pasado, Fernando Barrientos, un vecino de mediana edad del barrio de Barracas, tiró una molotov al cuarto de cuatro mujeres que vivían en el mismo hotel familiar que él. No fue un hecho aislado. Con un explosivo casero, el agresor dinamito los años de rechazo (dos) que le producía la orientación sexual de sus vecinas (lesbianas), quienes ya lo habían denunciando por violencia verbal (“engendro”) y por amenazas de muerte (en una Navidad). El ataque se cobro las vidas de Pamela y Mercedes,y dejo daños irreparables en Sofia y Andrea; también materializo discursos de odio fomentados por la cúpulas gubernamentales.

Pero antes, también hubo otro antecedente. En Noviembre de 2023, durante las elecciones presidenciales,  la canciller Diana Mondino- en ese entonces candidata de La Libertad Avanza- dejo asentada, en una entrevista con Novaresio, su postura sobre el matrimonio igualitario. “Como liberal el proyecto de vida es de cada uno. Pero si vos preferís no bañarte y estar lleno de piojos, es tu elección. Después no te quejes si hay alguien que no le gusta que tengas piojos”. La polémica declaración fue repudiaba rápidamente por organismos de DD.HH, y comunidades LGBTQ+.

Ahora volvamos a otro antecedentes mas cercano aun en el tiempo. Abril de 2024, el jefe del Gobierno de la Ciudad, Jorge Macri, comparte a través de su cuenta personal de Instagram el operativo “orden y limpieza”,spot que promueve el desalojo de personas que viven en la calles. Los tres hechos tienen como hilo conductor la violencia, la discriminación y la exclusión.

Javier Milei, Presidente de la Nacion, efusivo en un discurso
Javier Milei, Presidente de la Nación, efusivo en un discurso.

Cuando los discursos de odio se instalan en la agenda política

Las expresiones de odio más bien conocidas como ‘discursos de odio’, según el Instituto Ana Frank en Argentina, son palabras que incitan a la violencia. Bajo el ala de mandos jerárquicos se crean las condiciones de demonización, estigmatización y prejuicio sobre un determinado actor social. A lo largo de la historia, la construcción de este pensamiento en periodo de crisis sirvió a determinados sectores politicos a alcanzar el poder.

El nazismo fue un claro ejemplo de esto. La crisis económica y social que atravesó Alemania luego de la Gran Guerra, impulso el ascenso al poder de Hitler. Bajo la construcción de un discurso, (alcanzar una sociedad mas perfecta),  se creo un enemigo responsable de todos los males (judios, gitanos, personas con discapacidad), para justificar la ‘ĺimpieza etnica’, y alcanzar esa utopía social.

Por ende, cuando los discursos de odio son fogoneados desde un ámbito institucional, como el poder ejecutivo de un país,  se habilita y legitima las reproducciones de acciones directas hacia cualquier persona o comunidad que esté indefensa y desprotegida.

“Los discursos de odio son narrativas que construyen realidades”, Victoria DondA, extitular del INADI.

El edificio gubernamental permanece intervenido desde el 22 de febrero.
El edificio gubernamental,ubicado en Av. de Mayo 1401 (CABA), permanece intervenido desde el 22 de febrero.

A solo dos meses de haber asumido y amparado bajo las políticas de ajuste y moto sierra, el Gobierno de Javier Milei anuncio el cierre del Instituto Nacional Contra la Discriminación, la Xenofobia y el Racismo (INADI). Esta política materializo el riesgo que empezarían a correr la defensa de los derechos humanos en Argentina. Cabe destacar que el organismo estatal que hoy se encuentra cerrado, fue creado por ley en 1995, y durante el gobierno de Carlos Menem, figura ensalzada en diversas oportunidades por el actual mandatario.

La violencia se cobra siempre las mismas victimas

“¿Por qué siempre la pagan los mismos? Porque ese odio está orientado por quienes detentan el poder real, que es el económico. ¿No vieron que cuando hay crisis se dice que el problema son los inmigrantes?” señala la ex titular de la entidad, Victoria Donda, entiende que la violencia se cobra siempre a las minorías. También remarca en que hay que los discursos de odio son “narrativas que construyen realidades”.

“Mientras nos empobrecen, este gobierno desparrama estereotipos infundados para legitimar su confrontación.  Algunos de sus más altos representantes han incurrido en declaraciones odiantes”, denuncia. En ese sentido, la activista de DD.HH profundiza sobre la gravedad de los dichos y reflexiona sobre el incremento de episodios de violencia social. “Ya no son solo un discurso de redes, sino que es el Estado nacional haciendo uso de su aparato de propaganda para esparcir el odio. “No debería llamarnos la atención si la sociedad replica o se siente avalada para cometer actos de violencia”, finaliza.

Previo al intento de magnicidio a la exvicepresidenta Cristina Fernandez de Kirchner.
Marcha 7D (2019) Proximo a que Alberto Fernandez asumiera su mandato, y tres años antes al intento de magnicidio a la exvicepresidenta Cristina Fernandez de Kirchner.

La deuda del Estado con los sectores mas vulnerables

Sobre este punto, Roberto Samar, periodista y docente de Comunicación Social y Seguridad Ciudadana en Universidad Nacional de Rio Negro, adhiere que “los discurso de odio hoy parecen instalarse como una política de Estado que deshumaniza y genera condiciones para otras violencias más complejas”. 

Además, añade que no es azaroso de donde surgen sino que vienen de una matriz cultural que es racista, clasista y hetero-normativa. “Es una mirada euro-céntrica, que podemos encontrar en como se se estudian los planisferios en las escuelas. También es una sociedad que culpabiliza a los pobres y los pone en un lugar de chivo expiatorio, en la cual aquellos que no responden a la visión dominante están más expuestos a vivir la violencia”, analiza.

El periodista asegura que la salida a esta problemática se encara con “políticas publicas como las que realizaba el INADI”, y  “desde una perspectiva pedagógica”, dando talleres, promoviendo campañas y generando publicaciones o instancias de diálogo y de mediación.  “Tenemos distintas formas de vivir pero somos iguales, y el Estado debería promover los derechos de los sectores que mas les cuesta ejercerlos”.

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