La provincia de Misiones se encuentra en medio de una agitación que refleja las preocupaciones de diferentes sectores, entre ellos, los productores de yerba. Con una economía regional que depende en gran medida de esta actividad, los productores están enfrentando una serie de desafíos que van desde el precio hasta las importaciones.
Nelson Dalcolmo, director del Instituto Nacional de la Yerba Mate, compartió las inquietudes y reclamos con la mesa de Ornitorrinco. La incertidumbre en torno al precio y la competencia con las importaciones son solo algunas de las preocupaciones que están generando movilizaciones en la región.
Dalcolmo destaca la importancia de mantener la regulación en la industria y la necesidad de diálogo con las autoridades para encontrar soluciones. Sin embargo, también señala que la lucha no es solo por los productores, sino por toda una comunidad que depende de la actividad yerbatera para su sustento.
¿Cuál es el principal reclamo que está teniendo hoy el sector yerbatero, sumado a las movilizaciones en la provincia de Misiones?
La primera inquietud de los productores es el tema del precio. Se vinieron retrasando los mismos y eso hace que no solo se retrotrajeron los precios, sino que aparecieron los plazos de pago también. Esto provoca un trastorno muy severo para el sector de la producción, sobre todo para los más pequeños. Se suma a esto el hecho de que están ingresando yerba de los países limítrofes productores, lo que hace que un kilo de yerba molida del exterior equivalga a tres kilos de materia prima de un productor local. Esto hace que los precios caigan y aparezcan los plazos de pago.
En este corto tiempo de gobernanza de Javier Milei: ¿Cómo impactan las importaciones de los productos ya terminados?
En todo, el hecho de que aparezca el mismo producto que hay acá en Argentina, y hoy te puedo decir que hay una producción excelente, después de tres años de seca e incendios, una producción con volúmenes muy importantes, gracias a Dios. Esto es una vuelta a los productores para la credibilidad y la sustentabilidad. Nosotros necesitamos que el productor siga estando en la chacra, que el productor siga viviendo de la yerba. Queremos seguir viviendo de la yerba. Te habla un productor y también nosotros necesitamos un ente regulador de la actividad como lo es el Instituto Nacional de la Yerba Mate.
¿Hubo algún reclamo generalizado con el Gobierno? ¿El Gobierno los escucha, los atiende?
Buena pregunta, nosotros estuvimos en Buenos Aires en la Cámara de Diputados de la Nación, en las dos comisiones de Asuntos Agrarios y Economías Regionales. La pregunta vino de parte de los diputados si fuimos atendidos por la Secretaría de Agricultura, en este caso devenida en Secretaría de Economía. Lo hemos hecho en reiteradas oportunidades, vía mensaje y vía correo electrónico. Nos han recibido, pero hasta la fecha no hemos sido recibidos como Instituto Nacional de la Yerba Mate por las autoridades que tienen que estar al lado nuestro.
¿Existe un consenso general entre productores como para manifestarse o hay un sector que esté apoyando las medidas que lleva a cargo el Gobierno con las economías regionales?
En lo que respecta a mi conocimiento, le puedo decir que el total de la actividad yerbatera de la zona productora estamos de acuerdo en sostener al Instituto Nacional de la Yerba Mate. Por ahí el reclamo puntual, algunos pueden tener algún otro reclamo, pero todos, nadie está en contra de la Institución. Ya como les digo, el tema de precios, el tema de importaciones, hay muchas cuestiones que por menos que esto siempre lo lleve adelante el Instituto Nacional de la Yerba Mate, que hoy no lo pueden hacer, porque hay un DNU que para nosotros no tiene ninguna necesidad, ni ninguna urgencia que abarca el sector yerbatero. Es más específicamente las atribuciones por ley que las tiene el Instituto Nacional de Yerba Mate.
¿Cómo planean continuar de ahora en más con el reclamo?
¿Cómo afectan a los productores los despidos en el sector?
Nosotros somos 13.500 familias productoras y 15.000 familias cosecheras. Entonces estamos hablando de un volumen importante de capital humano que está entrando en una situación extrema de crisis. Esto es un problema económico y social, porque hay que ver las dos cuestiones: el aspecto económico y la salud social. Aquí, al quedarnos sin poder ir a hacer una pelea de pobres, porque los productores tenemos que levantar la cosecha, el operario con justa razón hace su trabajo y tiene que cobrar. A nosotros no nos están dando los márgenes para hacer efectivos todos los costos que hacen poner un kilo de hojadero en el secadero.
Esta historia es conocida para su industria, ha sucedido en otros momentos del país.
Y esto es una historia que nosotros ya la hemos vivido. En la década del 90 teníamos una comisión reguladora, la CRIM, desde el año 1935 hasta el 1990, y hicieron desaparecer a esta comisión reguladora, lo que fue más que nada la CRIM. Eso hizo que a principios del 2000, cuando ya no había más márgenes de esperar, saliéramos a la ruta y fuimos a la casa de gobierno y estuvimos 45 días, y eso desencadenó que se creara el Instituto Nacional de la Yerba Mate con su ley 25.564. Y bueno, a partir de ahí, de estos 21 años de la existencia del Instituto, la economía regional es una actividad sustentable, y queremos que siga siendo sustentable.
Es interesante cómo la historia se vuelve cíclica en cada aspecto de la sociedad y de la economía. ¿Tienen algún contacto o se van a sumar a las manifestaciones de, por ejemplo, los docentes, los policías y el personal de salud en la provincia de Misiones?
El día jueves, algunos productores vinieron a nuestra casa, que es el Instituto Nacional de Yerba Mate, del cual estoy a cargo en este momento. Yo estuve con ellos en la calle y les dije que la casa estaba abierta, que cuando quisieran podían charlar dentro de nuestra casa porque el Instituto es de todos. Así que, con buen tino, después nos reunimos en el tercer piso donde está el directorio del Instituto y redactamos unas notas para el Presidente de la Nación, el Gobernador de la Provincia y también para el Instituto Nacional de Gramática. Hasta que los productores se quejaron del Instituto que estaba acusado. Está decidido, se va a resolver, pero creo que en ese momento no era el momento de sumarlo. Ellos mismos decidieron no sumarse a la protesta que no era nuestra, pero es genuina.
¿Qué sectores de la sociedad puntualmente están acompañando su reclamo?
Nosotros, gracias a Dios, siempre hemos tenido el acompañamiento de toda la sociedad, porque la actividad yerbatera es una de las principales actividades de la provincia y del Norte de Corrientes. Así que todos vivimos de esta actividad. Desde el panadero, el tornero, el mecánico, ellos saben que si la economía yerbatera anda bien, a todos nos va bien. Así que son solidarios con nosotros y saben que la protesta nunca se ha mezclado con la política, siempre ha sido en defensa del pequeño productor y del cosechero.
¿Qué opinás en términos generales de todas las medidas del Gobierno de Javier Milei?
Nosotros respetamos las decisiones soberanas del pueblo, pero en lo que respecta a la actividad yerbatera, creemos que no es una actividad especial que necesita estar regulada. Ya quedó demostrado que la desregulación fracasó con la actividad yerbatera, y nosotros hemos vivido esa época y no queremos volver a vivirla.